En 2015, en Bogotá, Gutiérrez et al. describieron las características de centenarios atendidos en un hospital de esa ciudad. Reportaron que la atención geriátrica fue recibida en una baja proporción de las consultas, aunque mejoró la calidad de la atención y la información documentada en los registros médicos. La comorbilidad más prevalente fue la hipertensión arterial. El delirio, la demencia y las caídas fueron los síndromes geriátricos más frecuentes. Los diagnósticos finales más comunes fueron la neumonía adquirida en la comunidad, insuficiencia cardíaca descompensada y enfermedades infecciosas.

Rosselli et al. hicieron un análisis de la distribución de centenarios en Colombia teniendo en cuenta tres bases de datos nacionales de 2005 y 2014, que incluían 6.555 personas. El estudio reveló que, predominantemente los centenarios eran mujeres, descendientes de africanos e indígenas. La mayor tasa de centralismo se registró en áreas territoriales de la región Caribe, como La Guajira, Chocó, Sucre, Magdalena y Córdoba. En consecuencia, estos autores realizaron por primera vez la georreferenciación de la población centenaria en Colombia, ofreciendo una perspectiva intrigante sobre los factores potenciales relacionados con la longevidad extrema basada en los estilos de vida únicos y las características geográficas de cada región².

En 2019, Ibarra & Parra desarrollaron un estudio sobre la morbimortalidad intrahospitalaria de personas centenarias en Bogotá, en el que incluyeron 77 personas que acudieron a urgencias entre 2011 y 2018. Al igual que las descripciones previas, predominaron las mujeres, el 83,11% residía en el domicilio y el 69% tenía como cuidador principal a un familiar. Solo seis centenarios recibían una pensión mensual. Los síntomas más prevalentes fueron los respiratorios (26%), caídas o traumatismos (16,9%), así como síntomas gastrointestinales y cardiovasculares (10,4% en ambos casos). 

Además, se observó que la hipertensión crónica, demencia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el uso de cinco o más medicamentos fueron las condiciones más prevalentes, resaltándose que solo el 7,1% no manifestó ningún síndrome geriátrico. En cuanto a la funcionalidad, según el índice de Barthel, solo el 6% de los centenarios mantenía la independencia. Finalmente, se observó fragilidad en los centenarios institucionalizados y en los 14 individuos que fallecieron en el ambiente intrahospitalario ³.

En 2021, López Rippe & Zapata Bravo lideraron un análisis secundario del Censo Nacional de Población y Vivienda de Colombia de 2018. Caracterizaron a 12.226 centenarios, el 40,3% cursaba solo educación básica primaria, el 85,7% reportó no tener problemas de salud en los últimos 30 días y el 71,5% afirmó no enfrentar dificultades en la vida diaria. Las tasas más altas de distribución territorial de centenarios se dieron en Bolívar, Guaviare y Chocó, y el 79,2% residía en zonas urbanas. En su análisis de estimaciones, tener pareja, recibir educación formal, no pertenecer a ningún grupo étnico y no experimentar dificultades en la vida diaria se asoció con el estatus de longevidad ¹.

En 2024, nuestro grupo publicó las características clínicas y sociodemográficas de la Cohorte COOLCEN, un estudio retrospectivo de cohorte basado en la población, que utilizó un registro validado a nivel nacional proporcionado por una compañía de seguros de salud. Evidenciaron que la mayor prevalencia de centenarios por cada 10.000 habitantes se encuentra en la región Caribe colombiana, identificándose potenciales zonas azules en los departamentos de Sucre y Bolívar (dos áreas con una prevalencia de centenarios que van desde 60 a 92 centenarios por cada 10.000 habitantes). Además, existen áreas con alta prevalencia (entre 33 y 59 centenarios por cada 10.000 habitantes) en los ámbitos territoriales de Córdoba y Magdalena, que también son regiones costeras.